Cristina, en tus cuentos exploras temas profundos como la alta sensibilidad, la resiliencia y la fuerza interior. ¿Qué te inspiró a escribir sobre estos aspectos emocionales tan intensos?
Me siento muy identificada con todos estos temas a nivel personal y he creído primordial plasmar con palabras diferentes historias para poder entender gran parte de los hechos, acciones o circunstancias que nos ocurren a los seres humanos.
La educación emocional tiene que ser un punto clave en el crecimiento y progreso personal de cualquiera de nosotros.
Tus personajes ayudan a los lectores a empoderarse y superar sus miedos. ¿Cómo fue el proceso de creación de estos personajes y en qué medida reflejan tus propias experiencias y desafíos personales?
La esencia de los 3 cuentos reflejan muchas de las viviencias que he tenido a largo de mi existencia.
El proceso de creación de los personajes se llevaron a cabo de una manera muy fluida y con matices propios de autosuperación, fuerza interior y amor.
Cada uno de ellos representa una pequeña parcela de mi vida, mis experiencias y mis relaciones con otras personas; ya sea a nivel artístico, profesional como personal.
Has trabajado en diversas disciplinas artísticas, desde la poesía hasta la danza oriental. ¿Cómo influye tu experiencia en estas áreas en tu escritura y en los temas que eliges abordar en tus cuentos?
Personalmente, una complementa a la otra. Hay momentos vitales en los que una tiene la necesidad de expresar mediante las palabras; mientras que otras veces un color, un trazo, un movimiento o un sonido puede llegar a conectar más con ese preciso instante.
Referente a los temas que abordo en los cuentos: la sensibilidad, la fuerza interior, el amor, la resiliencia….todos ellos se manifiestan con el arte en sí; de una manera u otra son inherentes a cualquier proceso creativo: los artistas nos superamos ante cualquier dificultad, mostramos AMOR con nuestras obras y seguimos una fuerza interior que nos «salva» de cualquier negatividad.
En «Cuentos para trabajar la alta sensibilidad, la resiliencia, el amor y la fuerza interior», enfatizas la importancia de la autoestima y la autoaceptación. ¿Cómo crees que la literatura puede ayudar a los lectores a mejorar su autoestima y aceptarse a sí mismos?
La literatura nos puede ayudar a transformarnos y a guiarnos en los procesos de mejora interna. En el ámbito de la autoestima y autoaceptación, en mi caso, los cuentos son ejemplos que podemos extrapolar a nuestra vida y vernos reflejados en ellos por las historias explicadas.
A veces, un pequeño «click» de un simple hecho o diálogo en un cuento nos hace abrir los ojos ante cualquier desafío, cambio o sentimiento expresado en un personaje.
Tu obra también toca el tema del amor propio y la importancia de respetarse y valorarse. ¿Qué consejo le darías a alguien que está luchando por aceptarse y amarse a sí mismo?
A cualquier ser humano, para mejorar su autoestima le recomendaría hablarse con el respeto que merece, tratarse con el cariño que trata a un ser querido, potenciar sus valores personales, sonreir, voluntaria e involuntariamente…todo eso y mucho más!!!
Autoceptarse tal y como somos es lo más importante para después transformar cualquier aspecto de uno/a mismo/a para nuestro propio crecimiento y aprendizaje a lo largo de la vida.
Eres una artista autodidacta en pintura y has participado en numerosas exposiciones. ¿Cómo combinas tus facetas de escritora y pintora? ¿Hay alguna conexión entre tu arte visual y tu narrativa literaria?
Tanto la pintura como las palabras forman parte de mi YO más personal, más profundo. Son la expresión de mi alma y mi ser más auténtico. De una manera u otra tienen una conexión.
Según el momento tengo esa necesidad de plasmar con palabras; en cambio, según la situación vital de la ocasión, del instante, siento que tengo que colorear la vida al compás de las pinceladas de mi corazón.
Has publicado dos poemarios antes de estos cuentos. ¿Qué diferencias encontraste entre escribir poesía y narrativa? ¿Qué te llevó a explorar estos diferentes formatos literarios?
En un primer lugar y, desde hace algunos años, conecté con la poesía: me gusta decir y expresar mucho en pocas palabras. Posteriormente, y desde hace muy poco tiempo, sentí la necesidad de explicar historias que pudieran argumentar de manera un poco más explícita y detallada todos estos temas tan profundos (amor, resiliencia, sensibilidad…) poniendo énfasis en los protagonistas, sus hazañas y, a la vez, dándole protagonismo a la parte visual.
Como profesora de danza oriental, ¿has encontrado alguna relación entre el movimiento corporal y la expresión emocional en tus escritos? ¿Cómo crees que el arte en sus diversas formas puede contribuir al bienestar emocional y espiritual de las personas?
A partir del movimiento corporal de la danza oriental puedes llegar a conectar con tu parte más profunda y, a la vez expresar esas emociones muchas veces tan escondidas. Esa fuerza interior que posee la danza, el amor por la música mientras bailas, la autosuperación, la resiliencia que cualquier bailarín posee, son también presentes en mis escritos.
Podemos ver una relación, ya que cualquier arte, nos hace sentir y pretender cambiar nuestro interior para ser más conscientes de nuestros procesos internos; tanto a nivel emocional como espiritual.