- ¿Cómo crees que la literatura, especialmente la de terror victoriano, ha influido en la construcción del ambiente apocalíptico en «Las sombras del mundo. Extinción final»?
La narrativa, el modo de expresión, los libros del siglo XIX hacia atrás tienen un modo de expresión que ya no se encuentra y era en esa lectura cuando te enriquecías, no solo por leer distintas historias, sino porque tu vocablo cogía más amplitud. Hoy en día a veces, cuesta incluso entender a las personas al hablar o expresarse y por eso libros como los de Allan Poe o Julio Verne son los que más me gustan
- Samanta es un personaje complejo tanto por su forma de sobrevivir como de sentir. ¿Qué te inspiró para llegar a crear una complejidad tan fuerte en el personaje?
Esta pregunta es importante. Me inspiró la idea de sentir el amor a otros niveles. Hoy en día las personas saltan de una pareja a otra buscando esa otra mitad o alguien que los complemente, pero el mayor complemento es uno mismo, sin embargo, es cierto que cuando te topas con la persona indicada lo sabes, sin más. Es lo que le ocurre a Sam. Cuando mira a Amanda por primera vez sabe que su vida ha cambiado, que ahora su todo es de ella también, ese amor irracional, incondicional e ilógico pero que se sostiene sobre una pureza de lealtad y confianza es lo que hace que esta relación sea tan llamativa en la novela. Es un amor que pocas personas sentirán en su vida, porque el amor real no es para todos, por desgracia.
- La supervivencia juega un papel central en tu novela. ¿Cómo fue el proceso de investigación sobre técnicas de supervivencia, y cómo influyó esto en la creación de tus personajes y la trama?
Hay muchas cosas que conozco, yo mismo he pasado por periodos de supervivencia tales como vivir sin luz o sin agua o tener que buscarme la comida. Pero si que es cierto que otros los he tenido que investigar, y al menos me llevo entre dos y tres meses investigar bien para crear todo tipo de escenarios.
- El apagón global y sus consecuencias es un tema inquietante. ¿Qué te atrajo de esta idea y cómo crees que este tipo de escenarios nos hace reflexionar sobre nuestra dependencia tecnológica y la fragilidad de la humanidad?
Por eso mismo, porque lo consideran inquietante. Los humanos deben entender que la tecnología y los avances deben equilibrar entre la lógica y el raciocinio, no por tener más tecnología se deberían dar el privilegio de hacer o pensar menos, al contrario, la tecnología debería ser un extra para seguir creciendo. Hoy día ya no existen pensadores como Platón, Aristóteles o Sócrates. Ellos a pesar de que su mundo avanzaba nunca dejaron de hacerse preguntas, cosa que hoy en día, ya no se ve.
- A lo largo de la historia, has incorporado presagios de culturas antiguas como la maya, egipcia y celta. ¿Qué papel juegan estas referencias históricas y mitológicas en la trama de la novela y en la construcción de su universo?
No es que estas culturas creyeran en la extinción, de hecho, en mi libro el mundo no acaba, lo que acaba es la civilización tecnológica, al menos durante un largo periodo de años. Las antiguas civilizaciones poseían una cultura muy rica en conocimientos astronómicos incluso sin materiales actuales, predecían y calculaban con márgenes de error muy inferiores y su habilidad de observación al cielo los hizo muy adelantados a su época. Nosotros utilizamos nuestro propio calendario gregoriano, pero no quiere decir que todos los 31 de diciembre el mundo acabe. Ellos hacia lo mismo, pero tallado en piedras o papiros.
- La aparición de nuevas especies o plantas se hace visible a medida que lees. ¿Cómo llegaste a investigar o averiguar las distintas evoluciones o mutaciones que tendrían los demás seres vivos?
Todo ser vivo cambia, se adapta o muere, es la ley de Darwin. Los animales, insectos y plantas puedes moldearse al clima que les rodea, en este caso, un calor extremo. No es de locos pensar que pueden existir miles de acciones en el comportamiento de las especies que también, a su modo, luchan por sobrevivir. Es un hecho que también están ahí y que al igual que la protagonista, saldrán a intentar perpetuar su especie.
- Como amante de la lectura, ¿qué libros recomendarías a los lectores que disfruten de historias de supervivencia y apocalipsis, y cómo crees que tu obra se inserta en este subgénero?
Te digo aquí, que no hay mejor libro de terror que leer nuestra historia universal. Créeme cuando te digo, que si nos parasemos a mirar toda la historia de la tierra hasta nuestros días, muchos sentirían más terror que con un libro de miedo actual ¿y sabes por que? Porque están leyendo algo que ha ocurrido de verdad y puede volver a ocurrir y eso sí da miedo.
- La evolución de la literatura a lo largo del tiempo ha transformado los géneros de terror y ciencia ficción. ¿Cómo ves el futuro de estos géneros y cómo te gustaría que tu obra contribuyera a esa evolución?
No sé si mi obra contribuirá a esa evolución, son palabras mayores, pero lo que si pretendo es abrir la mente del lector, que vea más allá de lo que lee, que cuando este explorando los acontecimientos piense qué haría él mismo, que se plantee la historia como hace Sam. Creo que el poder hacerle al lector sentir y pensar con tu novela es de las mejores sensaciones que hay como escritor.